viernes, 23 de septiembre de 2011

¿Quién soy?

Es sencillo: soy yo.

Una niña que no quiere crecer demasiado rápido, que quiere disfrutar de cada momento, que está decidida a guardar su parte infantil y a exponerla a la vista de todos aunque tenga más de cien veranos.

La que se pone a saltar y dar vueltas cuando ve algo que le gusta de verdad o que le emociona (pompas de jabón, bebés, atardeceres, cachorros…).

La que deja que brote la imaginación desde cada uno de sus poros.

La que va haciendo el tonto allá donde vaya sin importarle lo que piensen los otros.

La que puede perseguir, incansablemente durante más de una hora (solo para sentir el aleteo de sus frágiles alas entre sus manos), a una mariposa.

La que lee mil veces los libros que más le gustan intentando encontrarles alguna distinta cosa.

La que no ríe, si no que se carcajea de forma estridente, cambiante y escandalosa.

La que se guarda y traga sus problemas y se los cuenta a su peluche favorito en silencio antes de irse a la cama.

La que, si se pone un rato al sol, se quema en cero coma.

La que odia el tabaco con toda su alma.

La que fantasea con su mundo perfecto y con cosas que desearía que pasaran.

La que colecciona recuerdos y los guarda como si de oro se trataran.

La que se imagina besando a su príncipe rana.

La que dice: “Un capítulo más…” o “Espera, que acabo esta página y dejo la lectura para mañana.”

La que adora sus fotografías y vídeos de enana.

La que quiere a todos sin importar condición, nación, religión, color o raza.

La que no sabe odiar y no le gusta meter baza.

La eternamente enfermiza.

La que se queda sola por no seguir a la manada.

La que perdona aunque no entienda nada de nada.

La que se queda un sábado en casa porque prefiere mil veces leer, soñar, escribir, cantar, dormir o bailar antes que salir de juerga o terminar emborrachada.

La que prefiere ir “tapada”.

La que se queda hasta las tantas de la madrugada despierta haciendo nada.

La que se dedica a hacer fotos al cielo y, sobretodo, a las nubes, cada vez que sale de su morada.

La que ama ir disfrazada.

La friolera que se pone una chaqueta en verano por las noches y en las madrugadas.

La que tiene mil y una alergias mezcladas.

La que tiene llenas las paredes de su habitación con fotos, cuadros y chuminadas.

La que tiene su habitación llena de peluches, muñecos y almohadas.

La que cree firmemente en los ángeles, en Dios y en las hadas.

La que sueña con sus personas más amadas.

La que sonríe siempre, a pesar de que le falten las ganas.

La que canta, aunque tenga un vagón de Metro lleno para escucharla, a todas horas.

La que te escribe en este blog millones de palabras.

La que está intentando sacarte una sonrisa sin que tú te enteraras.

2 comentarios:

  1. La que se carcajea :)
    Me encanta este texto, de verdad.

    ResponderEliminar
  2. ayy me ha gustado casi más que cuando lo leí la primera vez en tu cuaderno ^^ sobre todo la última frase, me ha echo sonreír =)

    ResponderEliminar