domingo, 20 de mayo de 2012

Cosquillas a mi tristeza

¿Sabes? Anoche soñé contigo y me sentí en las nubes. Fue maravilloso. Cuando desperté tuve esa extraña sensación de que si no me hubiera despertado entonces, después habría tenido serios problemas para saber se había sido real o sólo un sueño más de la enorme colección.

Nada más abrir los ojos me di cuenta de que estaba ofreciendo al mundo la más dulce sonrisa que le he regalado nunca. Aunque, obviamente, preferiría haber podido regalártela únicamente a ti, convirtiéndola, así, en nuestro amuleto. 

Oh Dios, no te puedes imaginar lo feliz que sería teniéndote ahora conmigo. Lo mucho que daría por sentir tus brazos alrededor de mi cuerpo, por un beso tuyo en mis labios y por unas simples palabras salidas de tu boca. No puedes tan siquiera imaginar hasta qué punto te quiero. Sé que no hace mucho que nos conocemos, pero eso no me impide quererte y desear que seas sólo mío... 
¡Es que eres demasiado perfecto

Si pudiera pedirte, a pesar de la vergüenza que me da y de lo tonta que me pongo en tu presencia, una sola cosa de todo el mundo elegiría, sin duda alguna, que
"le hicieras cosquillas a mi tristeza y sacaras a flote mi sonrisa".

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