jueves, 8 de diciembre de 2011

¿Qué tienes, amor, que te hace tan irresistible?

Ojos de mar tempestuoso. Semblante de tierra atormentada. Voz de relámpagos y truenos. Cabellos de luna apagada. Todo se arremolina con una fuerza abismal ante mis expectantes y dilatadas pupilas.
¿Qué tienen esos labios que hacen escalofriarse al Sol? ¿Qué tiene ese cuerpo que hace suspirar a la Tierra? ¿Qué eres, amor? ¿Ángel o demonio? ¿Salvación o perdición? ¿No eres de nadie o eres de todos?
Respóndeme sencillamente a todo esto, pues necesito saberlo. Porque si no voy a poder probar tu dulzor ni una sola vez aparta esta copa de mi mano. Quítala de mi alcance y dime, mirándome como sólo tú sabes: “No va a poder ser”. Pero si no lo haces, debes saber que me dará igual si cae la ira de los dioses sobre nosotros, pues estaré demasiado ocupada saboreando cada parte de tu ser, aprendiendo a unir tus puntos y fusionando, en una, nuestra piel.

1 comentario:

  1. Te has superado no, lo siguiente.
    Creo que es lo que más me gusta de todo lo que has escrito.

    (Unir puntos, ¿eh? xD)

    ResponderEliminar