Pero tú no me hiciste caso (para variar).
¿Para qué si solo soy tu maldita conciencia? Ese bendito Pepito Grillo que te dice a todas horas lo que no debes hacer porque es malo para ti...
¡Pero no! ¿Para qué escucharme si puedes hacer lo que te venga en gana?
"Ya soy mayorcita y tengo que equivocarme para aprender", me has contestado varias veces, y yo me he reído de ti porque ambos sabemos perfectamente que si me escucharas solo un poquito no te darías esos batacazos que te das, ni te romperían el corazón una y otra vez, ni leerías o escucharías cosas que sabes que te van a herir, que sabes que realmente no quieres saber, leer ni escuchar.
Bah, me estoy cansando de repetirte una y otra vez "hazme caso y todo estará bien..." y que tú pases de mí, niña estúpida.
¿Sabes qué te digo esta vez?
"¡Que la curiosidad mató al gato y a este paso, si no te controlas, te matará a ti también!"
Creo saber el origen de esta entrada... :S
ResponderEliminar