sábado, 12 de noviembre de 2011

Cenicienta (Cinderella)

Aunque, escondido como precioso cuento de hadas, en su interior hay un gran mensaje. Un mensaje que ha vivido en mi interior desde la primera vez que me maravillé con esta película y que perdurará en mi corazón hasta el final de mis días.

El trasfondo no es solo el romance entre dos personas totalmente distintas y desconocidas (cosa que nos enseña que para el amor no hay límites ni fronteras, solo AMOR), si no que también nos anima y apoya para que persigamos nuestros sueños hasta el final y no los dejemos morir en la blanca, pura y esférica superficie lunar.

Tras canciones como ésta se manifiestan deseos de esperanza y lucha por nuestros sueños:

“Soñar es desear la dicha de nuestro porvenir, lo que el corazón anhela se sueña y se suele vivir. Si amor es el bien deseado en dulces sueños llegará. No importa quién borré el camino, marcado está el destino y el sueño se realizará.”

Junto con ellos te invito a perseguir tus sueños y deseos; a no dejarte embaucar por personas que intentan interponerse en tu camino hacia convertirlos en realidad; a defenderlos con uñas y dientes si hace falta; a luchar por ellos si los anhelas con toda tu alma; a creer en ti mismo y en que lo puedes conseguir si te empeñas y esfuerzas en ello; a tener fe y esperanza y a compartirla con los demás haciendo que todos sepan que no hay nada imposible.


Por último quiero dejaros un pequeño regalo también de esta película, pero esta vez es un poco más especial. ¿Adivináis qué es? ¿No?

Ir a descargar

(Es la canción “A dream is a wish your heart makes” (“Soñar es desear”) versionada por mí.)

Espero que os guste.


Con muchísimo cariño:

Teeburu Coriso

(Vuestra “por siempre jamás”)

domingo, 6 de noviembre de 2011

Yo dormía tranquilamente...

Y, sin saber por qué, tú apareciste de la nada en mi habitación. Estabas congelado y con tus ojos relucientes reclamabas todo ese cariño que yo te había prometido desde el principio. Y, en silencio, te abracé. Te hice hueco entre mis mantas de franella y te arropé con mis brazos.
Fuiste mío, solo mío, durante toda la noche. Te demostré mi amor entre besos y caricias.
La verdad es que tenía bastante miedo. Creí que te asustarías, que te irías para no volver, pero para mi sorpresa, te quedaste allí hasta el amanecer. No te soltaste ni un milímetro de mis brazos, no me rechazaste, no me rehuiste y me entregaste toda la felicidad que siempre había imaginado que tendría a tu lado.
Era tan dichosa. Estaba tan colmada de felicidad que hasta que mis ojos no se abrieron de par en par y se cegaron por la luz del día, no me di cuenta de que todo no era más que otro sueño para recordar, otro para mi cajita de deseos, otro que me hacía desear cada vez menos la realidad y amar más el mundo de Morfeo...