lunes, 31 de octubre de 2011

ANA

Tres letras y sonríe el mundo...



Es una princesa encaminada hacia las estrellas.
Es sonrisas y palabras bellas.

Es una melodía con su propio compás.
Es una música distinta a las demás.

Es luz y oscuridad. Es brillo y opacidad.
Es cariño, lealtad y sinceridad.
Es amor y amistad.

Es hermana más que amiga.
Es anhelo, secreto, deseo e intriga.

Es mi dulce lucero.
Es un "sí" sin ningún "pero".

Es mi presente, mi pasado y mi futuro.
Es una enredadera de flores en un muro.

Es dueña de una de las salas más grandes de mi corazón.
Es sentimientos y razón.
Es cariño, recuerdos y emoción.

Es importante e indispensable.
Es sumamente adorable.

Es apoyo y ánimo.
Es en todo un máximo.

Es atrevida y divertida.
Es una guitarrista y habladora empedernida.
Es parte de mi vida.

Es una de las personas a las que más quiero,
de todo el mundo entero.

Y no dudes ni por un momento,
que ése dejará de ser su puesto.

martes, 25 de octubre de 2011

Consejos para ser FELIZ.

Sonríe: Pero no lo hagas con una sonrisa falsa y desganada, no, tiene que salirte desde el corazón. Si sonríes un poquito cada día las penas te parecerán menos negativas y confiarás más en ti mismo. No prometo que todo sea más sencillo ni que dejes de pasar por momento malos, pero, por lo menos, estarás un poco de mejor humor, te sentirás más fuerte y no te hundirás tanto cuando estos lleguen.

Quiere: Con todo el corazón. A tus amigos y familiares, pero también a tus enemigos. Sé que es difícil, pero no hace falta que les ames hasta el extremo, solo que les perdones y que no les desees lo que a ti no te gustaría que te pasara.

Sé optimista: Intenta encontrarle siempre, aunque parezca algo insignificante, la parte positiva a las sucesos que te pasan en el día a día. Ser negativo no te ayudará en tu camino hacia la felicidad.

Respétate y siéntete orgulloso de ti mismo: Eres especial, único e inimitable. No hay nadie igual a ti. No te compares con los demás, las comparaciones nunca traen nada bueno y solo ayudarán a creerte inferior o menos capacitado.

Confía en las decisiones que tomas y arriésgate: Esas decisiones pueden ser las correctas o no, pero serán las tuyas, no de otra persona. No dejes que nadie decida por ti, ni que te digan que puedes o no puedes hacer algo que deseas. Si te equivocas siempre puedes intentarlo de nuevo de otra forma. No te des nunca por vencido. En la perseverancia y en la confianza están las bases del éxito.

Aprende de tus errores: Porque si se cometen es solo para crecer y hacerte más fuerte. No importa cuantas veces te equivoques, lo único que importa es cuánto aprendas de ellos.

Vive tu vida: No la de otro. Decide tu propio camino según tus ideas, directrices y valores.

Deja que te aconsejen y te ayuden: No tienes por qué cargar con todo tú solo. Una mano amiga siempre te puede sacar de las más oscuras tinieblas y ayudarte a curar y cerrar heridas.

Quiérete: De verdad, sin tapujos, sin mentiras, sabiendo cuáles son tus virtudes y tus defectos, pero sin ser egocéntrico ni machacarte, simplemente conociendo la verdad, aceptándola y sintiéndote bien con ella.


domingo, 16 de octubre de 2011

Brother and sister


Desde hace ya mucho tiempo Sergio y Carolina se comenzaron a llamar el uno al otro hermano y hermana y, sin darse cuenta, con ello hicieron una promesa silenciosa que, aunque ambos los desearan, era casi imposible de romper.


Sergio es una de las pocas personas que han hecho que Carolina se sienta como una princesa: única, especial e inimitable. Le gusta estar con él, no solo por eso, si no porque puede contarle todo sin sentirse incómoda, se pueden reír a carcajada limpia y pueden ser ellos mismos. Él la cuida, la mima, la hace sentir segura, la defiende la escucha y la dice cosas preciosas. Cosas tan bonitas que le ponen una sonrisa tonta, le dan unas ganas tremendas de comérselo a besos, le hacen sentir dulces escalofríos por la espalda, le hacen derretirse, sentirse terriblemente feliz...

Algunas de las preciosas cosas que le dice siempre, desde el momento en que se conocieron, son: "Eres una estrella y solo con estar un rato contigo me bajas el cielo"; "No quiero que te pase nada, si hace falta que me pase a mí"; "A ti nadie te toca ni te hace daño si estoy yo delante"; "Si nos quedáramos en el mirador a pasar toda la noche no nos aburriríamos en absoluto: tú observarías las vistas y yo miraría tus ojos constantemente"; "De verdad, eres mi estrella, la estrella más brillante del mundo"...


Carolina le demuestra lo mucho que vale, que por lo menos para una persona es sumamente importante, que le quiere muchísimo, que aunque la distancia y el tiempo los separen ella siempre estará cuando él la necesite, que no está solo y que puede contar con ella siempre. Y él se lo agradece, se lo agradece muchísimo porque es lo que más necesita y desea del mundo: que le quieran de verdad. Su vida ha sido muy complicada y que alguien le demuestre todo eso es una sensación increíble...

Cuando está Carolina no importa nada más que su sonrisa y que ella sea feliz. Y si él puede ser la causa, la consecuencia y el dueño de esa sonrisa durante un rato, el mundo no puede ser más maravilloso.


Pero, para desgracia de los dos, ahí está la promesa: "Hermanos". Ambos temen romperla y que todo se vaya al garete, que para el otro no haya más que esa hermandad, que su relación acabe por culpa de lo que realmente sienten por el otro...

Y, así, pasan los años, las visitas, las tardes y días juntos, los momentos especiales, etc. Todo se queda tan solo en un buen recuerdo y en algo que podría haber pasado. Nada más y nada menos. Todos los deseos y lo que habrían hecho, si no estuvieran atados por esa palabra, se queda en su imaginación sin pasar, en ningún momento, al acto. Y, aunque desean dejar de serlo, son y serán eternamente "hermanos".